En 1978, Fatoumata Goundourou encontró un bebé huérfano en la calle y lo llevó a casa. Desde aquel día, su casa se convirtío en un orfanato. En el 2010, con la ayuda del alcalde de Fresnes, empezó el proyecto para un orfanato adecuado en Dialarokoroba, Mali. Con condiciones climáticas extremas, los arquitectos e ingenieros optaron por una estrategia basada en 3 fundamentos: Reducción de la ganacia solar con un techo elevado sobre los muros de los bloques, mejorar la inercia térmica de los muros usando hormigón y una forma en "h" con relleno de barro y granos cáscaras, y mejorar la circulación del aire con la posición de los bloques. Debido a que el edificio se encuentra lejos de servicios, se transformó en un ente autosuficiente, con paneles fotovoltaicos y reciclaje de aguas para cultivo.
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