Comisionado por la ONG Emmaüs Solidarité, el proyecto ubicado en una antigua fábrica de agua buscaba proveer una solución a la gran cantidad de refugiados que llegaban. Por un máximo de 6 meses, familias jóvenes, mujeres, o cualquier refugiado puede hospedarse aquí. Bajo el concepto de crear un pequeño pueblo sin importar tu origen, se pudo lograr que las personas se adapten a este estilo de vida en comunidad, que incluso tiene distintos templos para distintas religiones.
Débido a la necesidad de realizar el proyecto lo mas rápido posible, se optó por un sistema prefabricado de madera que se hicieron en una fábrica cercana. Este proyecto es un gran ejemplo de diseñar en base a una economía circular dentro de la construcción. Además de darle un nuevo uso a una estructura existente, los módulos de madera son reutilizables para una posible segunda vida fuera del proyecto.
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